martes, 25 de octubre de 2011

El conocimiento como lujo


A pesar de que Chile ha sido la cuna de grandes genios literarios que hoy son materia de estudio en bastantes universidades a nivel mundial (Pablo de Rokha, Nicanor Parra, Roberto bolaños, Enrique Lihn, Gabriela Mistral y Pablo Neruda, solo por nombrar algunos)   Sorprende que en chile tengamos el impuesto más alto del mundo al libro (19%). Con este panorama nos vamos dando cuenta de la falta de cultura y por ende de conciencia en la cual nuestro país se encuentra sumido, y en ese momento donde comienza el cuestionamiento de uno de los más grandes problemas que aquejan a nuestra sociedad.
   Muchos han sido los cuestionamientos por parte del gobierno al cada  vez mas latente  problema de la sociedad chilena, según la última encuesta realizada por la UNESCO (año 2008), revela que entre un 50% y un 57% entre los quince y los sesenta y cinco años de edad no entiende lo que lee, y según otra encuesta que elaboró el consejo nacional de estadísticas junto al consejo de cultura (año 2010), solo un 14% de los encuestados de sectores más vulnerables a comprado un libro. Con todos estos datos es muy difícil dejar de pensar que los excesivos precios por parte de editoriales y del gobierno no estén relacionados con  las estadísticas que dejan al descubierto la falta de cultura que existe en Chile, además del mal funcionamiento de los establecimientos educacionales para promover la lectura, ya que está más que claro  que el plan educativo que diseñó el gobierno, lejos de incentivar a la lectura, lo único que ha logrado es generar una fobia casi irreversible a los estudiantes. La falta de información y el escaso resultado positivo que generan las bibliotecas públicas gubernamentales, hace de esto un problema primordial a solucionar, y es la misma gente la cual tiene que tomar la iniciativa, dejando a un lado los permisos, la burocracia y los usureros impuestos, es que en muchos barrios se levantan bibliotecas populares, las que sufren lamentablemente la persecución, en distintos niveles, de leyes intransigentes que impiden el desarrollo autónomo social y atropellan los variados proyectos a pesar del apoyo ciudadano que reciben estas iniciativas de necesidad latente.
     La editorial Pluma&Mente junto con su revista ha querido hacerse presente  en este tema que nos compete a todos, para así  al fin poder ser capaces de elegir como nos educamos.  Nuestra editorial tiene como fin acabar de raíz con este absurdo de manera colectiva con un proyecto que además de publicar gratuitamente a autores emergentes, empasta y promueve libros de difícil acceso para la población solo cobrando materiales para así luego financiar los siguientes títulos necesarios.
  Hay que entender que el problema educacional en Chile no es solo por parte de instituciones educacionales, hay algo más profundo que se nos arraiga y nos impide el desarrollo tanto cultural como intelectual. Durante la historia los gobiernos no han sabido responder, ahora la lucha y la esperanza provienen únicamente de nosotros mismos, a base de apoyo mutuo y a la vez autogestión es que lograremos un real avance significativo.  Ya se acabo el tiempo de esperas, hay que comenzar a actuar ahora para que años más tarde, la falta de conceptos y lenguaje no nos ate las manos a la ignorancia. 

Nuestros países vecinos, Perú, Bolivia y argentina tienen un impuesto al libro de 0%, mientras que en Europa no supera el 8%.
   

No hay comentarios:

Publicar un comentario